Ya sé que no puedo controlar (ojalá!) todo aquello que aparece en redes, tampoco es que tenga la más mínima vocación de Gran Hermana (la pereza es un gran condicionante), pero a veces sueño con un algoritmo molón que tuviese la función de corregir o directamente eliminar todas aquellas erratas o afirmaciones basadas en la ignorancia anticientífica, y así, de paso, se evitaría su publicidad y propagación, de lo que resultaría una humanidad un poco menos inculta y, quizá, también un poco menos idiota (en lo segundo tengo muchas menos esperanzas).
¿Que a qué viene esta reflexión de buena mañana?
Para terminar de leer la interesante reflexión de Lydia Na, lo puedes hacer pinchando directamente en este enlace.